El Rabanito
La idea de sembrar rabanito en nuestra institución educativa surgió con el fin
de mejorar el aspecto físico de nuestro biohuerto debido a que estaba un poco
descuidado, entonces a nuestro profesor Freddy Mandujano Aliaga se le ocurrió
la idea de trabajar la zona de cultivo del biohuerto, para eso solicito la
ayuda de un técnico en agricultura quien muy amablemente acepto la propuesta.
La primera reunión fue un día sábado, donde nos pusimos a revolver el terreno,
a quitar la maleza y algunas plantas que el terreno presentaba. Luego de haber
revuelto el terreno tomemos medidas para ver cuantos surcos nos iba a salir.
Como el terreno presentaba un desnivel enorme, nos
propusimos a nivelar el terreno dejándolo como si fuera una mesa, luego de
hacer eso marcamos los surcos con una cuerda para que nos salga derecho,
seguidamente hicimos los surcos con poca profundidad.
Luego de haber hecho los surcos, echamos agua para que este húmedo porque para
sembrar el rábano tiene que estar la parcela húmeda. Luego que el terreno
estaba húmedo empezamos a sembrar, poniendo la semilla con una separación de 5
cm. Para que el rábano no crezca muy junto y bueno pues lo tapamos para que
empiece a crecer.
Luego que ya estaba todo sembrado el único trabajo que
teníamos por hacer era regar el terreno para que no le falte agua a nuestro
sembrío, una vez que las hojas del rabanito empezaron a salir nuestro otro
trabajo aparte de regar era cuidar de que la gente inescrupulosa malogre
nuestra siembra, para lo cual también hicimos un cerco de palos con pajarrafia
para evitar así que las personas que ingresen al biohuerto no pisen nuestro
terreno.
Día a día íbamos viendo el resultado de nuestra siembra
porque cada vez las hojas crecían mucho más y mediante eso deducíamos que el rabanito
estaba en buen desarrollo.
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